10 consejos para dormir bien cuando hace mucho calor

Cuando el calor arrecia, dormir cómodamente puede volverse muy complicado. La temperatura muy elevada por las noches no solo nos hace más difícil conciliar el sueño, sino que despertamos con más frecuencia a causa de la sed y la sudoración.

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Afortunadamente, es posible dormir como angelito cuando hace mucho calor. Quédate a leer los consejos que a continuación te daremos y disfruta de noches de relajación.

1.     Enciende el ventilador o aire acondicionado

Probablemente este te parezca el consejo más obvio y el menos práctico por lo caro que resulta a largo plazo. Además, cuando tenemos bebés en casa o personas enfermas no es posible encenderlo mucho tiempo.

Ahí te va el tip: enciende el aparato alrededor de 30 minutos antes de ir a tu habitación, deja el clima a la temperatura más baja posible y cierra las ventanas. Apágalo cuando vayas a entrar y tendrás una habitación fresca y ligeramente fría para dormir tranquilamente.

2.     Deja la ventana abierta

Aunque parezca un consejo demasiado sencillo, dejar una rendija para que entre aire por la ventana es una forma de mantener fresca la habitación sin tener que prender el aire acondicionado. Y si te preocupan los mosquitos, colocar una malla mosquitera es lo mejor para evitar que entren a tu habitación y te molesten con sus zumbidos.

3.     Cambia tus sábanas

Las sábanas de algodón son frescas, transpirables, no absorben los olores y son muy buenas para dormir en temporadas de calor. Además, este material es hipoalergénico y no absorbe la humedad, lo que significa que no sufrirás por la sudoración ni posibles brotes de acné o eccema. Si puedes invertir en sábanas de lino o seda, la comodidad será aun mayor, ya que son frías al tacto y su suavidad te hará sentir que estás en brazos de Morfeo.

4.     Dile “adiós” al pijama

Aunque muchas personas se aferren a su pijama o a los calcetines para dormir, la realidad es que la piel necesita respirar, renovarse y es menos frecuente que se presente sudoración.

5.     Báñate antes de ir a la cama

En ocasiones anteriores hemos enfatizado en los beneficios de ducharse antes de ir a dormir, y refrescarse en una noche cálida es una razón más. Un regaderazo rápido con agua tibia o fría ayudará a tu organismo a regular la temperatura, relajarte, reducir la ansiedad y aliviar dolores musculares.

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6.     Usa aromas de lavanda

De acuerdo con la aromaterapia, la lavanda es un aliado para combatir el insomnio ya que ayuda a abrir las vías respiratorias, a relajar al sistema nervioso y circulatorio, además de combatir el estrés. Puedes usar difusores, ambientadores, velas, rociar un poco de aceite de lavanda en tus sábanas o comprar productos en roll on para aplicar en las sienes.

7.     Bebe agua antes de dormir

Un vaso de agua antes de acostarte ayudará a que tu cuerpo se refresque y reponga los líquidos perdidos por la sudoración. Además, la deshidratación durante el sueño provoca insomnio, boca seca y dificultad para descansar. Es importante aclarar que dormir de corrido más de seis horas deshidrata al organismo, por lo que es recomendable preparar a nuestro cuerpo con suficiente agua.

8.     Cena fruta fresca

Probablemente pienses que cenar sandía o melón te caerá pesado (sí, más que 10 taquitos al pastor). La realidad es que las frutas frescas son ricas en agua, además de vitaminas y minerales que ayudan a regular el organismo, e incluso a mejorar el sueño. Por ejemplo, el aguacate es rico en magnesio, mineral que ayuda a la relajación y al descanso.

9.     Apaga las luces

Si aún tienes focos incandescentes o tradicionales, probablemente sientas más calor en tu casa. Esto se debe a que emiten calor en el proceso de producción luminosa. Apagar la luz u optar por focos LED, que no se sobrecalientan te ayudará a reducir el calor en tu habitación.

10. Cambia tu colchón 

Los colchones actuales cuentan con tecnología de aireación para una mejor transpiración de las telas. Además, los colchones de látex, espuma viscoelástica y los colchones memory foam son suaves y fríos al tacto, lo que evita que se acumule humedad en la tela y que se sienta demasiado calor.

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